viernes, 19 de diciembre de 2008

La marioneta (Gabriel García Márquez)

Si por un instante Dios se olvidara que soy una marioneta de trapo y me regalaría un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero definitivamente pensaría todo lo que tengo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, si no por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más. Entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos perdemos 60 segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen. Despertaría cuando los demás duermen.
Si dios me obsequiaría un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol. Dejaría descubierto, no solamente mi cuero, sino también mi alma.
A los hombres le probarían cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que el solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no viene con la vejez, sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad esta en saber subir la pendiente.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre solo tiene derecho ha mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarlo para levantarse.
Son tantas las cosas que he aprendido de ustedes, pero realmente de mucho no abran de servir, por que cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Siempre di lo sientes y has lo que piensas.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al señor para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría que te amo y no asumiría tontamente que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da una oportunidad más para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te amo y que nunca te olvidaré.
El mañana no le esta asegurado a nadie, joven o viejo. Por eso hazlo hoy, ya que si un mañana nunca llega, seguramente, lamentaras el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un beso, un abrazo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que lo necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles lo siento, perdón, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordara por tus pensamientos secretos.
Pide al señor la fuerza y la sabiduría para expresarlos. Demuéstrales a tus amigos, y seres queridos cuanto les importas.

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